En días recientes se ha viralizado un tuit adonde un salvadoreño afirma que se regresa a El Salvador a vivir, renunciando a todo, incluso su trabajo bien remunerado en los Estados Unidos de América.

Más de 2,000 likes y trescientos comentarios son las que generó la publicación de el compatriota José Misael, quien aseguró de que tomó la decisión de renunciar a su trabajo como “especialista en manejo de casos intensivos en el sistema de servicios sociales” en Los Ángeles, y regresar a vivir a El Salvador.

Hace dos semanas renuncié a mi trabajo como especialista en manejo de casos intensivos en el sistema de servicios sociales de Los Angeles y compré un vuelo a El Salvador, sin fecha de retorno ni intenciones de regresar a California

Estoy muy feliz pic.twitter.com/97o10jROh7

— Jose Misael (@MisaelJo7) December 6, 2022

“Hace dos semanas renuncié a mi trabajo como especialista en manejo de casos intensivos en el sistema de servicios sociales de Los Ángeles y compré un vuelo a El Salvador, sin fecha de retorno ni intenciones de regresar a California”, escribió el compatriota. “Estoy muy feliz”, escribió.

Si, tengo que agradecer el jugoso salario, bonos, beneficios y gasolina pagada que me daban. Muchos dicen que me voy a morir de hambre en este país pero los beneficios que me dio mi trabajo como ICMS me van a durar, para largo y eso si estoy agradecido con California https://t.co/BYbKh4sIx5

— Jose Misael (@MisaelJo7) December 7, 2022

Muchos salvadoreños cuestionan su decisión, ya que los salarios bajos, el alto costo de la vida y vivienda es el eterno dolor de cabeza de quienes vivimos en este país. Sin embargo José Misael respondió algunos de estos mensajes.

¿Saben que es lo chistoso de este tweet?

Que literalmente esa era mi situación (y la situación de la gran mayoría de profesionales) en California. Solo que el cuarto vale $1950 al mes y la ciudad es cualquier esquina cutre con tufo a fentanyl de Skid Row o Compton https://t.co/Jtbwq80wo2

— Jose Misael (@MisaelJo7) December 7, 2022

Muchos salvadoreños en el exterior consideran que El Salvador ha mejorado, pero pocos se atreven a regresar a la dura realidad.