
Estas escenas continúan repitiéndose, mientras los policías tienen que andar empujando los patrullas porque no arrancan, muchos jefes se dan el lujo de tener hasta 4 vehículos asignados, con vales de combustible y motorista.
La desigualdad al interior de la PNC es ahora más grave, no se perciben acciones para erradicar esta práctica anti ética de algunos jefes.
Muchas son las denuncias de la mala utilización de los recursos de la institución para beneficio personal, dejando con limitantes a los policías que si trabajan patrullando para servir al pueblo salvadoreño.